Pactos Para La Transformación

El Territorio como eje de un nuevo modelo económico.

Al igual que en la columna anterior (Verla aquí) hoy analizaré un poco el contenido de los pactos para la transformación productiva y el desarrollo rural en el programa de Gustavo Petro. A diferencia de Gutiérrez y Fajardo que presentan cifras y un diagnóstico uno más o menos real -y otro imaginario-; Petro entra en materia explicando cómo se llevó a cabo la construcción del programa y los ejes en los que está dividido. Esta división está orientada a superar los problemas de clase, desigualdad e inequidad con una mirada territorial, construyendo y ordenando desde el territorio. Es un programa descentralizado de la capital y pretende – por fin- articular todas esas diferencias socio-culturales, económicas, ambientales y territoriales en una sola visión de país. Los tres ejes fundamentales del programa son: 1) Colombia, Economía para la vida, 2) De una Economía extractiva a una economía productiva y 3) Colombia, Sociedad para la vida; todas estas categorías atravesadas por el enfoque de género y el enfoque territorial del desarrollo (punto para Petrosky).

Estas categorías de análisis permiten inferir un trabajo juicioso construido con una mirada crítica y problematizando las necesidades de Colombia desde la ecología política -sin hacer referencia a ella-. Petro arrancan en un espiral de generación de conocimiento y cambio con el territorio y sus potencialidades como eje transversal fundamental. En mi opinión Fajardo lo intenta sin llegar a este nivel de desarrollo y Gutiérrez… pues ustedes han visto a Gutiérrez.   

Para empezar es importante entender la mirada que desde la ecología política plantea Petro, sí querido lector, aunque no lo diga de forma explícita, el líder del Pacto histórico construyó su propuesta (conjuntamente con sus bases) partiendo de analizar  y problematizar las relaciones entre factores económicos, sociales y políticos de instituciones políticas y económicas extractivas (como las de aquí) con los conflictos y cambios que ellas generan sobre el ambiente. En otras palabras, Petro entiende que los intercambios entre economía y medio ambiente no se producen en un solo sentido, sino que son bidireccionales, esto es que, la economía puede ser movilizada para servir a la ecología (cambio de modelo productivo a producción “limpia”) pero las cuestiones ecológicas (los recursos naturales renovables y no renovables) si están en el centro del mundo económico (por eso el dólar a $4100) y las dos están relacionadas con problemas de justicia social, – pidiéndole perdón a Cristina de antemano- Porque Capitalismo.

El capitalismo es eso (que sí, que también es el billete) un desencuentro ideológico entre diferentes formas de percibir y disfrutar de la vida a través de la economía y la ecología y por eso, también hay varias formas de capitalismo y Petro la tiene clara. (doble punto por ponerme a pensar y no solo a leer)

Su eje central es La democratización de la tierra, es decir, el acceso a la tierra para quienes quieran trabajarla es la causa y a la vez consecuencia de la violencia política en Colombia desde mediados del siglo pasado. (si está pensando en el: democratícese! Amigo lector está errado)

Muchos autores lo han remarcado en diferentes escritos; a mi juicio uno de los intelectuales y analistas más importantes (sino el más importante) de la política pública y problemáticas agraria y de la tenencia de la tierra en Colombia, Darío Fajardo, por allá en 2002 publicó en uno de sus libros: “Para Sembrar la paz, hay que aflojar la tierra”;  una reflexión sobre la necesidad de llevar a cabo una reforma agraria que garantice equitativamente (democratice) el derecho al acceso a la tierra rural, en el segundo país más desigual del este lado del mundo. Para acabar con el problema de la tierra, las herramientas de política pública (leyes) necesarias para esto existen desde los 60s y no se han llevado a cabo. Petro rescata estos postulados contenidos en el acuerdo de paz para la finalización del conflicto a través del catastro multipropósito. Hasta ahí nada nuevo, salvo la forma de llamarlo, no es reforma rural integral, es reforma agraria y para eso necesita hacer cumplir la ley y posiblemente expedir nuevos lineamientos en un congreso en el que, si bien es mayoría numérica por bancada no tiene las mayorías absolutas; tendrá problemas de gobernabilidad y gobernanza para llevarlo a cabo y aunque necesario, al no ser mayoría es muy ambicioso.

El pacto por el campo busca “Crearemos una política de aranceles inteligentes a bienes e insumos agroalimentarios y agroindustriales, al tiempo que se estimula la producción nacional, para aumentar la productivida y el trabajo en el campo. Dejaremos de importar millones de toneladas en alimentos e insumos que Colombia puede y debe producir.” ¿Necesario? Si, ¿realizable en el corto plazo? Mmm no lo sé Rick,  Los ciclos productivos de las diferentes especies (animales o vegetales) se llevan a cabo en un periodo de tiempo especifico, así que modificar los aranceles para privilegiar los productos nacionales puede crear un desabastecimiento de un momento a otro, sin embargo, si esto se establece de manera escalonada de acuerdo a los tiempos de producción de esos productos primarios sería una política existosa. La crítica va más hacia que no desarrolla la idea del cómo, pero el qué, es interesante. (sin punto, en tablas).

Petro plantea la renegociacion de los tratados de libre comercio, eso no solo es necesario sino urgente. La mayoría de esos TLC ponen al país en desventaja y a competir con países que subsidian la produción. (punto para Petrosky). Plantea también el transito hacía una producción agroecológica que supere el mito de la revolución verde, de nuevo, no solo necesario sino urgente. Me preocupan algunos de mis profesores y compañeros de profesión porque siguen anclados en los 70s, pero un cambio en la política pública siempre es una oportunidad de actualización. (you can do it! 😉 ).

Hay un punto común con Fajardo y es “Promoveremos un sistema nacional de innovación agropecuaria que considere el diálogo intercultural entre saberes ancestrales, territoriales y el conocimiento científico en materia de agroecologíca, y especialmente del manejo del agua para la agricultura.” Suena bonito, hay procesos que están avanzando en ese sentido y que buscan incidencia política al respecto. Pero hasta el momento no ha sido fácil, básicamente por el sesgo positivista de las ciencias agropecuarias y se los escribo con conocimiento de causa, para llevar a cabo esto se requiere una visión constructivista y que reconozca al otro no solo como sujeto de derechos sino también como poseedor y desarrollador de saberes y conocimiento igual de apliable e igual de importante y nuestras escuelas aún no forman a esos profesionales (salvo algunos “mercenarios sociales en el sector agropecuario” en los que me incluyo).

El resto, al igual que Fajardo y Gutíerrez es, de nuevo, un lugar común. Ay!! pero es que es Lord Petrosky, si y él también tiene lugares comunes de necesidades aplazadas por este y los 33 o 34 gobiernos anteriores: adecuación de tierras, distritos de riego, ciclos cortos de comercialización, acceso a crédito, vías terciarias. Todas necesarias, pero que hacen parte de las necesidades de la ruralidad colombiana desde antes de la época de la violencia.

Entonces… ¿Por Petro en Desarrollo Rural?

DEFINITIVAMENTE SI, PERO…  Su propuesta presenta las transformaciones necesarias no solo para el campo sino para el país, y comparada con la de Fajardo y Gutiérrez es lo que TENEMOS que hacer, sin embargo, Petro no va a tener mayorías absolutas en el congreso y sin duda tendrá la oposición más férrea de los últimos 30 o 40 años, porque está desafiando al Status quo y fácil no la va a tener. Cuando gobierne es posible que tengamos que salir a refrendar esos mandatos a través de referéndum o plebiscitos (ojalá sepamos la diferencia en ese momento) para reconfirmar en las urnas los mandatos que él no podría mandar por decreto si no quiere que se le tilde de autoritario o en su defecto de dictadorzuelo de izquierda y se promueva un golpe de estado. Creo que falla en no profundizar en el cómo implementar algunos de esos programas. Por último amigue Petrista, no estoy atacando a tu líder supremo, estoy siendo crítico con todos en aras de la igualdad y bajo mi derecho constitucional a la libre expresión, así que pasito con el hate.

Fuera de la Columna.

Las propuestas de Rodolfo no aguantan un análisis porque están pegadas con babas. Iba a hacer una columna extra para analizar la propuesta de Rodolfo en desarrollo rural, pero la verdad no vale la pena. Es un vago! su diagnóstico parte de diarios de prensa y conferencias de la cámara de comercio, no tiene cifras, no hay profundidad. Y su programa tiene trece propuestas y solo dos rescatables, revisar los TLC (no renegociar, ni cambiar, ni romper, revisar) e implementar el catastro multipropósito, el resto es Carreta y así está el resto del progrema. Buscamos ampliarlas con su equipo programático, pero según informó su campaña no hay, y las propuestas vienen “de la cabeza del ingeniero. Es decir, nos jodimos.

Zoociólogo (zootecnista + Sociólogo) papá de SGE, esposo de Natalia, lector de cuentos para 😴 Padawan de phd en Estudios Sociales. estoy en @biodiversoscol

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