Escribo queriendo contribuir a la construcción de la línea editorial de este proyecto como buen fundador. Siempre hace falta pensar dónde se está y cómo se quiere estar. Si pensamos en un medio donde el motivo no es el lucro comercial ni reputaciones, debe haber más convicciones diferentes a esas razones. En este caso a diferencia de mi preferencia entonces debo hablar con tono personal, por compromiso.

En nuestra primera edición, todos los columnistas fuimos eso, ‘los columnistas’, hombres todos. Esperábamos y esperamos que a medida que el proyecto se conociera llegaran participaciones diversas. Para este segundo domingo pasamos de cinco autores de la semana pasada a cinco autores y dos autoras, excluyéndome de la cuenta. Mejoró.

Vuelvo a la primera persona en singular. Consideré hacer el comentario sobre la ausencia de mujeres, desde la salida de la primera edición, pero fue un correo de otro compañero el que lo hizo y me llevó a considerarlo seriamente, como para hacer algo. Lo primero que se me ocurrió fue proponer que nos comprometiéramos cada uno a incluir a una semanalmente, como en una especie de duplicamiento de la participación por referencia directa. Hasta ahí para no volvernos un multinivel.
Luego, tomé la iniciativa por cuenta propia e hice un pequeño hilo en mi humilde cuenta explicando lo que había pasado (nula participación de mujeres) y convocando entre mis cuentas conocidas de esa red social. Decía que suponía que todos conocíamos a mujeres tesas con temas para hablar, en particular yo afirmaba que a cada una de las que etiquetaba hasta le podía plantear una pregunta o una idea de contenido de acuerdo a su área de saber y experiencia.

Hubo varias respuestas entusiastas, especialmente entre más conocidos fuéramos, preguntas sobre la amplia línea editorial y el tipo de participación. Algunas manifestaron su interés  o directamente anunciaron su participación y espero que lleguen. En buena hora una de ellas alcanzó a escribir un cuento y se lo agradezco a la que se hace llama Hija de Juan pero yo conozco como N. A.

También yo decía en el hilo que claramente nosotros no tuvimos ninguna intención de ser excluyentes, pero ese no es el problema ni de nuestro caso ni en general quizás, en el mejor de los escenarios a su vez mejorable. Me explico. No quisimos excluir, pero tampoco hicimos nada deliberadamente por incluir o convocar de una manera diferencial.

Eso nos debe hacer reflexionar, no solamente como proyecto sino en general porque es lo que pasa cotidianamente. Paneles de expertos sin ninguna experta o medios nacionales con todo el poder de convocatoria o visibilidad donde la décima parte de quienes escriben son columnistas mujeres, para citar dos ejemplos entre muchos posibles de baja participación, cuando no nula, de mujeres.

Evidentemente, una razón a considerar no es la falta de talento. Es 2021. Pero sí arrastramos con una cultura machista y un modo de socialización igual. Apenas con la anotación de que lo considerado en un hombre audacia en una mujer es imprudencia se puede empezar a tener una idea de por dónde vienen las cosas. Es un tema que se ha considerado mucho en el ámbito académico donde es bien paradójico que ocurra, teniendo por regla una mayor matrícula femenina y participación equitativa en general.

Ahí mismo uno puede entrar a consideraciones como las dobles jornadas como criterio de autoexclusión impuesto por el medio, sin hablar ni siquiera del machismo más o menos camuflado que directamente menosprecia, dificultad, condiciona o impide la participación de mujeres en diversas actividades públicas. Y uno convocando a más trabajo no remunerado.

Lo cierto también es que creo que no podemos tener la visión completa sin la mitad de la humanidad. En 2021 las mujeres tienen todo que decir corrigiendo incluso omisiones como las de los estudios que excluyen su sexo (dispositivos de seguridad en carros, por uno ejemplo entre cientos). Insisto en la invitación porque sé que tienen mucho por decir y contenido relevante por crear, si le vamos a llamar así a la gama de formatos que uno puede enumerar.

Ya saben, me tomo la vocería, aquí las esperamos como en misa católica, es decir, cada domingo, a las Juanas, Marías, Anas, Lauras, Luisas y otro nombres populares y no tanto. #EntreIguales

Flacuchento con determinación. No estoy aquí para tener a nadie contento/a. Te tuteo.

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