En el 2007 los jóvenes en Venezuela se tomaron las calles del país, el Movimiento Estudiantil se volvió, entonces, el protagonista de las protestas y desde entonces, han sido los y las jóvenes quienes más muertos han puesto mientras ejercen el derecho constitucional a la protesta. Ese año me gradúe de bachiller y me soñaba en la universidad en parte, participando de ese movimiento. Lo hice, no me arrepiento, pero definitivamente hay cosas que preferiría no haber vivido.

Estudie en una de las primeras universidades en declararse abiertamente opositora y en ser señalada por el gobierno de Chávez como objetivo militar constante. Fueron muchos los enfrentamientos entre civiles y fuerzas del Estado que presencie, queriendo o no, el riesgo de quedar atrapada en el medio era constante. En mi carro siempre había vinagre, pasta dental, Maalox, esos elementos que uno utiliza para protegerse de los gases cuando no contamos con las máscaras, porque no sabía cuándo lo podía necesitar. Me toco ver muchas personas heridas, muertos y sentirme ahogada por los lacrimógenos, amigos y conocidos que fueron asesinados por la Guardia Nacional, otros torturados, son experiencias que te marcan, aunque reconozco que en medio de todo fui muy afortunada porque estos escenarios se volvieron paisaje.

Ir a la universidad paso a ser todo un deporte de alto riesgo, pues ya no era la posibilidad de quedarse a mitad de camino en medio de batallas campales, sino que incluso dentro de la universidad ya no era posible estar tranquilos, nos atacaban en casa, la autonomía universitaria dejo de existir a la fuerza. El sueño de bachiller se volvió una pesadilla. De la lista de razones para irnos del país, esa fue una, la imposibilidad de vivir sin correr, entre tantos, el riesgo de quedar atravesado en medio de un enfrentamiento entre civiles y la Guardia Nacional.

Hace 10 años llegue a Medellín, en la época que los estudiantes aquí se tomaban las calles protestando por la Ley 30. Deseando conocer la ciudad, sin saber nada y sin tener en mente que tenia que ver noticias antes de salir, un día me fui al centro de la ciudad, para aprender las rutas del transporte público y recorrer mi nuevo hogar. Llegando a la Avenida Oriental, nos bajaron del bus porque se iba a desviar, pues había enfrentamientos. No tengo idea como logre meterme al metro, pero la gente corriendo y el olor de los gases me ocasiono un ataque de ansiedad, casi no consigo reponerme y volver a casa, cuando lo hice me puse a estudiar historia y geografía de Colombia, para poder entender porque me toco revivir una de las causas que me hizo irme de mi país. Me costó sanar, incluso hoy cuando veo de cerca a un oficial del ESMAD, su uniforme, las bombas y el armamento, me produce una inquietud insoportable.

En estos años en Colombia, he visto diferentes protestas y movilizaciones sociales y sus respectivas acciones represiva que, como en todas partes, nunca falta. Pero nunca había visto aquí lo que se ha vivido esta semana en el marco del paro por la reforma tributaria. Gente en la calle día y noche a pesar de toques de queda, represión desmedida, fuerza publica disparando a las casas, confusos reportes de muertos, violencias sexuales, heridos, actos “vandálicos”[1], detenidos y desaparecidos; abogados en redes ofreciéndose para defender gratis a los detenidos, así como civiles organizándose para atender a los heridos, difundiendo las denuncias y buscando desaparecidos. Finalmente, un Estado inexistente, un sujeto que ostenta el título de presidente pero que no tiene conexión alguna con el país, ministros y otros funcionaros que estimulan y celebran el abuso policial. Esto ya lo viví, pero con un gobierno de izquierda.

Yo no le digo a nadie por quien votar, me parece grosero y antidemocrático. Si uno como venezolano se toma la tarea de conocer la historia de Colombia, se queda sin argumentos para defender esa idea de “miren a Venezuela, no hagan lo mismo”, pues ¿Qué es lo mismo? ¿Lo que vivimos hoy? Yo solo digo, analicemos bien, seamos inteligentes ¿Qué es lo que necesita Colombia? A Venezuela no la destruyo solo Chávez, su discurso de lucha de clases, donde el que tenía dinero, mucho o poco, era un enemigo natural del pueblo, generó una polarización absurda que llevó a los venezolanos enfrentarse entre ellos. Pero, también se necesitó personas económicamente poderosas, empresarios, que en su ambición le acolitaron toda la corrupción y violencias a la dictadura y potenciaron la destrucción del que fue uno de los países más prósperos de la región. Allá se mezclaron el capitalismo más salvaje con un discurso de odio polarizador, donde los absurdamente ricos terminaron siendo los que promulgaban discursos de izquierda y los pobres todos los demás, incluso quienes generaban empleo. Por eso en mi mente no cabe la división derecha vs izquierda. Desarrollarme como persona y profesional en Venezuela y en Colombia, me ha permitido entender que todo tiene tonos grises, que los extremos matan porque son puro fanatismo, son irracionales. Al final, la derecha colombiana termina siendo lo mismo que la izquierda venezolana.

¿Cómo será la izquierda colombiana? Honestamente, no lo sé, como venezolana lógicamente me da miedo, pues allá la derecha tampoco era lo máximo, a pesar de que tenía al país como uno de los países más prósperos de la región, después de todo, como los de aquí, fueron la corrupción, sus inequidades e injusticias los que llevaron y mantuvieron a Chávez y sus secuaces en el poder, donde se encuentran hasta el día de hoy, más de 20 años después. Sería bueno empezar a pensar realmente en lo que necesita el país, la gente, más allá de la mera ideología. Al final, lo único realmente cierto es que Colombia, necesita no uno, sino muchos cambios y la ideología no da respuesta a eso, solo nos polariza.

 

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[1] Lo coloco en comillas porque creo que esta palabra debe ser usada con cuidado, hay acciones que, aunque violentas, tienen un sentido claro en la protesta social y eso que llamamos vandalismo nunca va a ser más costoso que vidas perdidas por las injusticias cotidianas ni por la represión.

💚Psicóloga Feminista (Ella/She/Her) 🤍Terapia de Duelo por Fallecimiento 💜Acompañamiento en Violencia Basada en Género

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