Tronaba mucho, lo recuerdo,

El amor nos golpeaba la cabeza

Como a bolsa de boxeo,

Las estrellas, que apostaron todo,

Se arruinaron

Y no hubo gota que no muriera

Por gusto al viento,

Mientras yo besaba tu cuello,

Ardiendo, en medio de la lava.

Sonriendo.

Alguien como tú es la razón

Por la que alguien como yo

Deja de trastabillar con una vida

A medias.

Te miraba angustiado por el tiempo,

Por la imperfección que soy

Y en un suspiro me hiciste creer

En merecerlo,

Le hiciste creer al resto que vale

La pena entrecruzar las manos

A favor. Sonriendo.

Alguien como tú es la razón

Por la que alguien como yo

Nunca deja de esperar.

Fuimos al teatro, comimos pizza,

Y tronaba mucho, lo recuerdo, 

Tanto como aquellas tardes de niño

Dónde me moría de miedo,

Y te juro que esa noche

Sonaba como una canción.

Ingeniero y poeta Juniorista San Juan del Cesar, Colombia

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