Vengo de Colombia, dónde se desangra la vida en cada tanqueta,
donde la injusticia no retrocede y seguimos cosechando muertos y balas.
Vengo de Colombia, donde cada día nos roban lo que queda, dónde no tenemos cielo, dónde no tenemos alas.
Vengo de un país que canta con dolor para conjurar miedos y amenazas,
donde el clamor libertario en sus calles es himno,
el himno de un pueblo que ha entendido su poder infinito.
Un pueblo donde cantan juntos campesinos,obreros, estudiantes, indigenas, palabreros y artistas.
Pero sobre todo, vengo de un pueblo que entendió, que es mejor morir cantando, que vivir amordazado.