Un día cantaremos las canciones
nos daremos los besos aplazados,
al fin cometeremos los pecados
anclados en la lista de oraciones.
Un día miraremos nuestros ojos,
nos veremos en el otro, en su risa.
Como impíos que van juntos a misa,
saciaremos de una vez los antojos.
Un día ya no habrá dificultades
ni pasado, ni historia, ni otras vidas
se detendrá el puñal en el olvido.
Un día no tendremos soledades,
ni lágrimas ni sal en las heridas
Un día juntos, lo hemos prometido.