El verdadero caos no hace ruido
llega liviano como vuelo de ave
aparentando que todo lo sabe,
traición fatal al cielo construido.
Así apareció tu amor clandestino;
umbral de intentos de fuga y dolor,
cubierto de llanto, sangre y sudor,
cruel, redentor, canalla y asesino.
Sobornaste con tu fuego al anzuelo
creí entre tus llamas haber ardido,
me apagaste con tu sable de hielo.
Habito en tu paraíso perdido
y en medio de mi nada aún anhelo,
tu beso sin pecado concebido