La gringificación de la ciudad es ahora. ¿Por qué no antes? No lo sé, pero me resisto a las simplificaciones asociadas a la impronta del narcotráfico en la culturad de nuestra ciudad. Repito, es ahora, pero la narcocultura la tenemos hace décadas ¿Por qué ahora? Lo que suman mucho son las estrategias de promoción institucionales y las de mercado cultural, y todo ello en pospandemia.
De ‘Fico’ poco hay que hablar. Fue un mal alcalde y parece que lo será nuevamente. Ha sido y es un buen influenciador. Lo pongo así más que como un político profesional porque como gerente es más bien chambón, bastante. Su exsecretario de Seguridad tuvo que llegar a un acuerdo con la Fiscalía por inocente [sic]. Coreografiaba al parecer operativos con la Oficina de Enviado [enlace]. Su coequipera en la Fiscalía, a quien elogiaba y hoy pertenece a la bancada oficialista, presuntamente era corrupta [enlace].
Pero ‘Fico’ y el tipo de medidas que toma no son exclusivas de él. El supuesto progresista Daniel Quintero también hacía cerramientos de sectores de la ciudad, como la Plaza Botero o el mismo Lleras, para acabar la delincuencia. A los alcaldes de Medellín les gusta aparentar efectiva autoridad. Sobre la medida suspender en un área de la oferta de servicios sexuales, es obvio que lo que hace es desplazar el problema. Así pasaba igual con los cerramientos.
Entonces, tenemos gringos que vienen a Disneylandia para pervertidos, pero también tenemos gringos que vienen a Disneylandia para nómadas digitales. Son dos problemas distintos que incluso habría que clasificar por género, ya que las gringas no son hiperactivadoras del mercado sexual. Esto se revuelve en un cóctel en el que las soluciones se confunden. En cambio, la ciudad creó una Secretaría de Turismo atendiendo el problema del trata de menores de edad con fines de explotación sexual. Es un enfoque completamente reactivo.
Lo que pasa es que la ciudad creyó que podía comprar a punta de ‘likes’ y membresías internacionales prestigio sin ninguna consecuencia. Algo así como ver y no tocar. Sumemos a eso las narcoseries como Narcos y Sin tetas no hay paraiso, y ser la capital mundial del ‘género urbano’. Todo eso dio para superar a Cartagena como segunda plaza turística del país, o sea, superar a una ciudad con playa y patrimonial. Y, para rematar, la pandemia y pospandemia dieron el impulso definitivo al nomadismo digital.
Quizás también los paisas, así como son regionalistas contra sus connacionales, sean también los más reverentes con el extranjero gringo/europeo. Si hay algo que le gusta más al paisa que decir que la horrible bandeja paisa es lo mejor del mundo, es que un extranjero de esos se los diga o lo quiera consumir. El paisa por encima de todo valora la plata. Por ejemplo, en mi tierna niñez conocí el Pueblito Paisa como una réplica completa de un pueblo; realmente había el mobiliario completo de los distintos espacios. Ahora, todos son locales para vender recuerdos paisas genéricos.
Por otro lado, ya es un extemporáneo ‘hablarle al turista’. Repartiles cartillistas cuando llegan al aeropuerto es estar al final de una decisión consumada. Ya hay mucha gente que les habló antes, cómplices, otros gringos y las redes de aquí que los atraen. Un gringo que viene de putero no dirá: oh, sí, mejor apoyo al turismo comunitario de esta ciudad resiliente. Ese tipo de estrategias no superan una mínima prueba comportamental.
Entonces confundimos a los gringos puteros con los gringos que solo quieren vivir barato para su poder adquisitivo y en el medio tenemos a Airbnb y Tinder. Por cierto, nuestro diligente alcalde se reunión con la gente de Tinder, como si no hubiera otras aplicaciones, miles. Es un punto en común engañoso el de la renta corta porque sobretodo para los puteros es una herramienta entre tantas. En los moteluchos del centro no hay ley, ni habrá en las casas de citas-rumbas que supongo abrirán en los barrios populares. La confusión ocurre cuando se mezclan problemas de seguridad y convivencia con políticas del suelo y vivienda.
Y hay gente que aprovecha a pescar en río revuelto, desde el venezolano que se hace pasar por colombiano para mercadear lo paisa y a las paisas hasta la gente del gremio constructor. Como yo soy clasista y politizado me enfoco en el eslabón más fuerte de la cadena de valor. Vuelve a parecer ‘Fico’. Él fue financiado mayormente por el sector inmobiliario [enlace].
Resulta que a principios de marzo la Alcaldía comunicó que había 1700 inmuebles irregulares ofrecidos en Airbnb. Claro que no los tenía identificados uno por uno. Hicieron una búsqueda datos abiertos que confrontaron con la suya para restar. Si no fuera así, su oficio y diligencia programada para cada uno. Sellaron algunos y amenazaron con multas de hasta 2.000 SMMLV. Puro efecto de demostración para aterrorizar. Los primeros en celebrar fueron los de La Lonja, por supuesto:
Obviamente les importa un carajo todo lo que no sea su negocio así lo disimulen:
Desde el gremio vemos en la renta corta una excelente opción de inversión y promoción del turismo, pero debe prestarse bajo condiciones legales que garanticen seguridad y tranquilidad tanto de usuarios como de residentes
La Lonja Gremio Inmobiliario
Claramente, el objetivo es hacer no solamente atractiva la inversión en unidades nuevas sino necesaria, con ese terror. El gremio gana más así, porque la renta corta irregular la gente la hace por su cuenta y es adecuación. La oferta de valor de ellos será ofrecer unidades nuevas licenciadas para esta destinación y con su respectivo reglamento de propiedad horizontal que lo aprueba y demás permisos. Como gremio no les importan las niños, niños y adolescentes explotados sexualmente, NNA en adelante. Para ellos por demás es un nicho en el mercado constructor donde la vivienda de interés social viene cayendo hace aproximadamente un año.
Ahí de nuevo ‘Fico’ quedó para la galería como quien iba a prohibir la renta corta [enlace], cuando solo era un anuncio de mayor control, bajo el argumento de proteger NNA. Con la excusa de un problema de seguridad, le soluciona el negocios a sus patrocinadores. Jugada maestra. Mientras tanto las mafias buscarán cómo desplazar el negocio y hasta mejor: ofrecer NNA y drogas a los extranjeros sin tener que desplazarse a El Poblado, ni Laureles luego.
Para terminar, a la vez, seguirá el problema de la vivienda en Medellín que se explica fundamental por las olas migratorias de la ciudad en las últimas décadas; ‘desplazados’ por la violencia de los que aún hoy viven algunos en asentamiento precarios sin agua [ver hilo]; y venezolanos, que son más de 200.000 personas que al principio se establecieron de manera muy precaria [ver hilo], que ahora buscan acceder a mejores condiciones y presionan los precios de la vivienda en barrios populares. Y eso como un caso dentro del país, donde la crisis de vivienda es general. Por eso no hay que revolver problemas, para buscar soluciones correspondientes en cada caso.