Estamos tan clasificados que hasta los muertos lo están, por supuesto. Cuando los ricos lloran una tragedia nacional o internacional, hablando de personas o países. Es que en ciertas partes la violencia es rara o se percibe como una anomalía. Un muerto en el sur de Bogotá es estadística, pero un asalto armado a un restaurante del norte de la misma ciudad, eso sí es para consejo de seguridad. Masacre en Colombia, otra masacre, mientras si un ciudadano europeo de origen provoca una matazón es motivo de luto mundial.
Nos transmitieron harto qué era Charlie Hebdo cuando ocurrió el atentado a esa casa editorial. En Gaza no se recuerdan tanto nombres como cifras, cuántos miles de asesinados por el Estado de Israel, por el terrorismo etnocida. Porque más que guerra es terrorismo. Los mismos israelíes admiten con sorna que si quisieran, exterminarían a los palestinos en un parpadeo, y es verdad. Para el poder de fuego que tienen podrían maximizar la masacre, pero el objetivo siempre ha sido desterritorializar al pueblo palestino y reemplazarlo por colonos judíos.
Es un conflicto existencial, donde solamente una de las partes amenaza a la otra en ese sentido. Israel ha sobrevivido guerras por todos los frentes y está muy lejos de repetir esa situación ahora. En cambio, los palestinos carecen de toda respuesta proporcional frente a la agresión sionista. Ante, nuestros ojos puede desaparecer un pueblo por la gracia de la Estrella de David, las 50 gringas y las 12 europeas principalmente. Pero no es la primera vez que pasa con Israel pues en la guerra de 2006 arrasó Libano con la excusa de Hezbolá. Fue como si Venezuela o Ecuador hubieran arrasado nuestros puentes y puertos por combatir a las FARC en otro tiempo.
Entonces, ¿cómo conservar la humanidad frente a otras tragedias que ocurran? Muchas serán por causa de algún ‘lobo solitario’. Pero lo de Gaza es violencia organizadísima, planificada. Es incomparable el nivel de saña. No hay ejércitos enfrentados y todo se hace a los ojos del mundo entero, las acciones devastadoras contra civiles y sus medios de vida.
Lo lamento por las mentes biempensantes, quizás no soy nada humanista, pero a mí no me pongan a llorar parisinos después de Gaza. No.Y no considero que sea una derrota de la moral individual. Es un derrumbe de la civilización occidental. No la migración y su supuesto gran reemplazo. No la destrucción planetaria en cámara lenta. Nada se compara con siglos de ideología liberal y machacamiento del discurso de los derechos humanos, frente al exterminio contemporáneo de un pueblo a los ojos de todo el mundo. Nada.
Llorar en europeo
