Tengo algunas amigas que han tenido que adaptarse y cuidar con mucho esfuerzo cada peso que se ganan de formas cada vez más recursivas, sobre todo en los últimos meses. Esas mujeres me han revelado sus trucos, hábitos e ideas que, según ellas, les han servido y recomiendan sin pudor. Algunos consejos son muy creativos, otros, francamente solo se les ocurrirían a los protagonistas del programa gringo de televisión por cable Tacaños Extremos. Recuerdo algunos capítulos que eran muy divertidos y mostraban que no todos los estadounidenses están obsesionados con la idea de consumir y consumir, pero bueno, aquí en Colombia también hay personas que por su situación económica o su personalidad frugal hacen y sugieren lo siguiente para reducir sus gastos:
- Cada vez que pueda cargue su celular en centros comerciales, algunos tienen zonas disponibles para dejar la batería al 100 % con energía solar. Hágalo también en la casa de sus amigas o de sus vecinos cuando esté de visita o donde vaya a comer con frecuencia (si lo pone a cargar en modo avión, será más rápido) pero hágalo fuera de su casa, porque es gratis y así ahorrará en la factura de la energía eléctrica.
- Cuando salga a comer y el plato que pidió no incluya la bebida, no compre una. En su bolso puede llevar una botella de agua y excusarse con el mesero diciéndole que no puede tomar gaseosas ni bebidas azucaradas o que no le gustan los jugos que le ofrecieron, con este truco se puede ahorrar entre $3000 y $7000 que es lo que normalmente cuesta una bebida en un restaurante promedio.
- Use esa misma botella de agua para llenarla en los lugares que más visita. No le de pena pedir el favor de que le llenen la botella directamente del grifo o hágalo usted mismo y cuando llegue a su casa, viértala en un balde o recipiente más grande. Esa agua es gratis y le servirá para lavar los tenis, la trapeadora o vaciar el baño y no saldrá de su bolsillo.
- Ahorre agua con menos duchas en la semana. Piénselo bien. Si ayer se bañó cuidadosamente, hasta se exfolió la piel y se lavó el cabello y hoy no va a salir de su casa ni va a realizar actividades físicas que lo hagan sudar, entonces no se bañe hoy y así ahorrará agua. Pero no olvide cambiarse de ropa, peinarse y cepillarse los dientes como lo hace normalmente; esto último, con un vaso de agua para evitar desperdicios.
- Ahorre energía eléctrica limpiando semanalmente los bombillos de su casa. Éstos acumulan polvo fácilmente, sobre todo si frecuenta dejar las puertas y ventanas abiertas, lo cual es muy bueno para que entre la luz y el aire necesarios. Cuando los bombillos tienen mucho polvo, así no sea visible, tienden a consumir más energía, por eso, evite que el polvo le obligue a pagar más en su factura.
- También hay que reemplazar todos los bombillos convencionales por unos de tipo LED que, aunque son más costosos que los tradicionales, ahorran mucha más energía y tienen una vida útil más larga. Compare precios y watts en almacenes de grandes superficies para que obtenga un buen precio al comprar los que necesita para su vivienda.
- Siga ahorrando luz eléctrica usándola lo menos posible. ¿Qué tal si aprovecha al máximo la luz natural del día para hacer sus quehaceres y se acuesta más temprano? Si hoy empieza a hacerlo, gastará menos energía porque en el día no tendrá que iluminar los espacios de forma artificial, basta con abrir las ventanas y apartar las cortinas para que entre la luz suficiente. Si esta práctica se convierte en un hábito verá el gran ahorro de consumir menos energía en las noches, que se reflejará mensualmente en su factura.
- Si por alguna razón debe iluminar constantemente las zonas comunes o lugares donde la luz natural no llega, use velas o velones. Aportarán un toque vintage a su decoración y son económicas si las compra en una plaza de mercado, ojalá al por mayor.
- Hay muchos artículos de la canasta familiar que también puede comprar en cantidades suficientes para seis meses o un año, ahorrando mucho dinero. Este consejo aplica, por ejemplo, para los alimentos no perecederos, pero es muy importante fijarse en la fecha de vencimiento. Imagínese comprar una paca de panela, en lugar de estar comprando pares o libras cada vez que va a mercar. Lo mismo puede hacer con otros productos como el arroz o los granos y hay artículos de aseo personal o del hogar que también salen más económicos si se compran en grandes cantidades. Puede hacerlo en almacenes de grandes superficies o en plazas de mercado.
- Arme y llene su propia alcancía y esos $1500 que como mínimo cuesta comprar una de cartón, serán los primeros que ahorrará si une varios tubos de cartones del papel higiénico o de cocina y los convierte en una alcancía. Si los pinta y decora se verán bien. Para ahorrar más, haga varias alcancías para guardar las monedas de distinta denominación que le sobran de las vueltas. Hay cooperativas de ahorro que las reciben y las cambian por billetes. Ese dinero lo puede usar para cosas que realmente necesite o seguir ahorrándolo para algún propósito especial de fin de año.
- Aproveche el agua del último ciclo de la lavadora, ya que luego de que enjuaga la ropa, el agua puede ser usada para trapear, lavar el patio, entre otros. Asegúrese de usar la lavadora con la carga completa de ropa y de tener baldes suficientes para almacenar el agua que va a ahorrarle hasta un 25% en su factura.
- Si se le acabó la crema dental, en lugar de reemplazar el tubo por uno nuevo, ábralo por la mitad y observe la cantidad que todavía puede utilizar. Hasta no gastarlo completamente, no lo reemplace. Aplica también para otros productos que tienen una presentación similar como los desodorantes en crema, el champú, entre otros. Así ahorrará al usar el 100% del contenido.
- Ahorre dinero en su manicure y pedicure con estos trucos: vaya a una escuela de belleza donde le cobrarán menos de la mitad. Allí también le pueden cortar y cepillar el cabello por un precio muy bajo. Siempre hay docentes supervisando y haciendo este tipo de cosas como demostración para sus estudiantes. Es seguro e higiénico. Para que el esmalte le dure más, antes de aplicarlo frote en cada uña un algodón impregnado de vinagre blanco. Lleve su propio esmalte a la academia para que lo usen en sus uñas, así, cuando alguna de ellas se le dañe o necesite un retoque, podrá hacerlo usted misma porque tiene en su casa el mismo color y retardará su visita, así le cueste realmente poco.
- Siempre que pueda, recoja el agua lluvia. Esos días en los que el aguacero dura horas son una buena ocasión para usar este truco que le puede reducir el consumo de agua al disponer de ella gratis para lavar el baño, la ropa, la trapeadora, en fin, el agua es un recurso que se necesita mucho en el hogar y si le cae del cielo, ¿por qué no recogerla y usarla?
- Repare la ropa y el calzado para alargar su vida útil. Seguramente en su barrio hay modistas y zapateros que por un precio razonable pueden ajustar esos jeans o cambiar la suela de sus zapatos. Estos artículos, si se cuidan, duran mucho. Aquellas prendas que estén tan deterioradas que ya no sea razonable llevarlas a la tintorería para que luzcan como nuevas, puede usarlas para armar bolsas de tela que se llevan al mercado. Se ahorrará la compra de esas bolsas porque puede hacerlas con camisetas que por desgracia fueron manchadas con cloro o que ya no le sirven.
Yo creo que por muy absurdo que suene, la idea de ahorrar es muy atractiva sobre todo cuando se trata de los recursos no renovables como el agua y todos de alguna manera hemos leído o escuchado uno que otro consejo para ahorrar, así que añadir uno más y practicarlo así sea para probar su efectividad, es, en esta ocasión, mi deseo y exhortación.
«¡Cuánto hay que no necesito!». Dicen que exclamaba Sócrates.