¿Hacia Frida o hacia Trotsky? Esta era la pregunta. En la Ciudad de México, llegamos a un cruce de caminos y enfrente de nosotros, una decisión: ¿a la derecha o a la izquierda? ¿a la casa donde vivía y pintaba la gran artista mexicana Frida Kahlo? ¿o a la casa donde estaba en exilio y fue asesinado el revolucionario ucranio-ruso Leon Trotsky? ¿hacia dónde?

Todos los días tenemos opciones frente a nosotros. A veces creemos que una elección es importante, que tiene consecuencias, quizás profundas, y debemos elegir con cuidado. Otras veces, la elección parece inocente y no nos preocupamos mucho por la decisión, de si iremos en una dirección o en la otra. Pero, de hecho, no sabemos. No sabemos lo que traerá el futuro, cómo una decisión frente a nosotros, hoy, puede alterar nuestro camino mañana: ¿importa…a la derecha…a la izquierda…?

Hoy, escuchamos música. Estamos en un club, uno de nuestros favoritos, con otro amigo, con comida y bebidas…y en el escenario, el músico Pierre Bensusan toca la guitarra. Es hermosa. Hemos conocido su música por muchos años pero—sorprendentemente—lo escuchamos esta noche por primera vez en vivo. Qué bonito.

Aquí estamos, hablando de la visita a la Ciudad de México y recordando donde encontramos la encrucijada ¿hacia donde? Y en este momento la música también empieza a traer otros recuerdos, de cuando, hace tantos años, Lesley y yo empezamos a conocernos, y nos enamoramos mientras escuchábamos esta misma música de Pierre Bensusan. Escuchamos la música, nos miramos a los ojos y tocamos nuestras manos…y…viajamos de regreso a ese tiempo. Nos encontramos en el momento en que nuestros caminos se cruzaron por primera vez y elegimos uno nuevo, juntos—el momento en que nuestras vidas cambiaron para siempre.

Sonreímos. 

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