El tecnócrata y el Político o ¿el político y el científico?

Durante los últimos 15 días estuvimos cargados de hechos políticos y acciones de cambio desde el gobierno. Como se anticipó en la columna anterior se veían venir algunos nombramientos y caras nuevas -no tan nuevas- que llegan desde el círculo más cercano de la izquierda a trabajar en ese mismo círculo cercano de la izquierda pero ahora con capacidad de ejecución y presupuesto.

Uno de los grandes aportes de Weber al análisis de la sociedad fue realizado en el político y el científico y a raíz de la discusión que se llevó a cabo hace dos fines de semana, por políticos/técnicos, técnicos, tecnócratas, políticos y politiqueros frente a los nombramientos que se están llevando a cabo en el gobierno, estuve preguntándome a mí mismo: ¿Mí mismo esta discusión no es la misma que planteó Weber en el político y el científico? Obvio no voy a hacer un resumen ejecutivo del documento en estas líneas, pero si un paralelo para entender (o tratar de entender) la discusión de ese berenjenal.

Empiezo por decir que quienes trabajan o hemos trabajado en alguna esfera de la política, tienen – tenemos dice la cartilla-  alguna aspiración, ya sea a participar de alguna manera o influir en la distribución de poder dentro del Estado o dentro de los grupos que acceden al poder en el mismo. Quienes hacen política tienen fines que pueden ser idealistas o egoístas, quienes son idealistas buscan el cambio, que no necesariamente es un cambio positivo, sino vean a Milei, por otro lado quienes son egoístas buscan el acceso al poder por el poder mismo.

Aquí hay un primer punto de inflexión, desde las elecciones presidenciales en donde se eligió al presidente Petro, hubo un cambió en la estructura de poder, estructura desordenada y con poca claridad al día de hoy, pero hubo un cambio en la estructura de poder. Quien ejerce el poder en el estado – cuando tiene el control del mismo- domina a las demás estructuras sociales, según Weber por tres razones simples: Por la costumbre, que no es el caso, porque es la primera vez que accede la izquierda al poder. Por la autoridad de la gracia personal y no nos digamos mentiras, el presidente es un gran orador pero no es el tipo más carismático del país y la tercera, que es la que tiene hoy a la izquierda en la estructura de poder está basada en la legitimidad o la legalidad, el señor presidente ganó las elecciones con una mayoría de apoyo popular que está fuera de la estructura de poder que acostumbraba o detentaba otrora ese poder. 

Pero al lado del enfermo, como diría mi mamá, come el alentado; hay unos políticos por vocación que de acuerdo con Weber se sitúan en una de dos esferas cuando hacen de la política una profesión: en la primera esfera están los que viven PARA la política y en la segunda se encuentran los que viven DE la política. Y aunque estas dos condiciones no son mutuamente excluyentes, quienes viven para la política que podrían ser los idealistas están preocupados por para donde va el país (el caso de muchos y muy buenos tecnócratas). Quienes viven de la política, están ocupando cargos públicos en todos los gobiernos con puertas giratorias que llevan de una institución a la otra, son estos últimos los que están encarnados en la estructura que hizo que pululara la corrupción porque precisamente viven de la política y a costillas del estado, ejemplos hay innumerables, pero estos no necesariamente son los tecnócratas que han especializado su conocimiento en el funcionamiento del estado, estos son llamados por unos técnicos y tecnócratas por los otros.

El problema de nuestra institucionalidad es que convirtió a la política en una empresa e hizo que se dividieran los tipos de funcionarios públicos en dos categorías: la primera en funcionarios profesionales, que pueden ser de carrera administrativa y contratistas que se dedican a actividades técnicas y que saben cómo funciona el estado. Sin embargo, a esos mismos cargos llegan cuotas o corbatas políticas – aunque de acuerdo con el ilustre @MarioRobertoP a este gobierno no llegaron corbatas sino mochilas-  que tienen alguna habilidad técnica, aunque en la mayoría de las ocasiones no tienen ninguna. 

La segunda categoría corresponde a los funcionarios políticos y/o contratistas políticos que son los de libre nombramiento y fácil remoción, Según Weber un funcionario no debería hacer política sino dedicarse a administrar, ojalá imparcialmente, cosa que tampoco ocurre. Pero los funcionarios de libre nombramiento y remoción son soporte y equipo asesor de quienes llegan a ocupar cargos políticos y deben conocer la estructura y funcionamiento del estado. Aquí encontramos otro problema, quienes están en la estructura de poder nombran a su gente cercana y estos a sus asesores, pero no es lo mismo ser asesor de José Antonio Ocampo, Cecilia López o de Jorge Iván González que un asesor de Gustavo Bolívar. Podría cerrar aquí mi caso, pero es posible que Bolívar se asesore bien, ante lo cual el único punto en disputa es quién está dando la línea y puede usted querido lector volver a leer desde donde dice José Antonio hasta  donde dice Bolívar.

¿Y el científico? Que para efectos de nuestra comparación sería guardada las proporciones el tecnócrata, bueno pues la ciencia provee conocimientos técnicos relevantes para ejercer su profesión y controlar la vida. En segundo lugar, la ciencia concede elementos y métodos para pensar y disciplina para hacerlo.  La pregunta sería entonces: ¿son nuestros funcionarios públicos actuales políticos que viven PARA la política? O ¿Son nuestros funcionarios públicos políticos que viven DE la política? Creo que ambas preguntas caben la respuesta muy sucinta: las dos. Tenemos políticos que llevaban sin estar en la estructura de poder más de veinte años como la exministra Cecilia López o el profesor Ocampo un buen tiempo también, o el antiguo director de planeación el profesor Jorge Iván. Empero también tenemos el caso de otros políticos que han estado en diferentes gobiernos en los últimos veinte años con periodos de descanso entre un papel o una candidatura y la otra, como Alejandro Gaviria (que se ha tirado a quemar solo) o como el mismo Enrique Peñalosa o que vive de la política y se presenta a todo lo que puede para hacerse elegir aunque sepa que va a perder. 

¿Activistas o Científicos? ¿Activistas o tecnócratas? Esta dos son más fáciles de responder, el tener un doctorado no hace que dejes de ser activista, ahí está el caso de la senadora Andrea Padilla que tiene un doctorado y está consagrada a los animales – muy loable y todo- pero sus proyectos de ley y su activismo casi siempre van en contra de lo que la evidencia científica demuestra, el caso de los hipopótamos en un fiel ejemplo. Entre activistas y tecnócratas me quedo con mi animal mitológico favorito de este gobierno: los activistas, técnicos y académicos bien preparados.

El problema lo analizó muy bien la semana pasada la congresista María del Mar Pizarro, que evidenció que en este gobierno hay una mayor cantidad de gente formada académicamente ocupando algunos cargos públicos, no precisamente los cuestionados o los más importantes, con la excepción de Cancino a mi parecer, quien además de ser una figura política en ascenso tiene la capacidad técnica de asumir el viceministerio. El problema es el cambio en la estructura de poder. En principio cambiar la estructura tecnocrática no está mal si se hace con criterio técnico porque la legitimidad y la legalidad de la elección facultan al presidente, el lío es que no sabemos en donde están y quienes son los que en la estructura de poder actual pueden asumir esas competencias, porque claramente las matemáticas son necesarias para entender el funcionamiento del departamento nacional de planeación, ojala el nuevo director se rodee bien, de buenos técnicos y tecnócratas que entiendan cómo funciona ese departamento, para activistas ya lo tienen a él.

Fuera de la Columna

Ganó Leopoldo Múnera la consulta a candidatos de la rectoría en la UN y debería ser él quien asuma la rectoría, esperemos que el presidente cumpla con lo que dijo en algún espacio académico en la UN esta semana y dé la línea para que sus delegados al CSU voten por Múnera; ojalá también, que los representantes profesoral y estudiantil están a la altura del resto de comunidad universitaria. 

Zoociólogo (zootecnista + Sociólogo) papá de SGE, esposo de Natalia, lector de cuentos para 😴 Padawan de phd en Estudios Sociales. estoy en @biodiversoscol

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