Alexandra Londoño Marín – Alexandra Londoño Marín (@Alelonma) / Twitter
LA TRISTE
Soy una mezcla de sentimientos de vibración baja, en un ser disfrazado de alegría.
No deseo perderme en un sustantivo, soy uno más que va en busca de un sentido.
Me encuentro en un estado de efervescencia: me desbordo en nostalgia, alegría, gratitud, vacío, confusión y lloro mientras tanto.
No soy la persona más chévere, no soy tan chistosa de primera, me cuesta soltar la lengua y me avergüenzo fácilmente. No es falsedad.
Tengo todas las posibilidades de ser un plus, pero a veces no puedo evitar sentirme en el subsuelo, y se me pasan los años y sigo ahí plantada, se me ha olvidado que tengo pies, razón, voz, …
Es un lío cuando la mente divaga tanto, esa lucha entre el debo, el quiero, el soy, la negación y el puedo.
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LA SAL
Primero, perdón, si ahora estas en calma y sin querer enturbio tus aguas.
No esta demás decirte que estas palabras, aunque ya estaban escritas y quemadas en mi cabeza esperaban llegar al lugar indicado.
Quisiera pensar que esto es sincrónico y recíproco pero tal vez sea una mala jugada de la noche, que solo la hace recordar y sentir un poco más.
No puedo ignorar que te extraño, los días 7 más que los 5. La costumbre se siembra hasta en las interacciones más cortas. Hoy estamos ausentes, y no me hace mucho bien.
A veces se me es difícil creer y entender que no era cuento ni era nada. Yo te quiero, aunque ya no.
¿Estás aquí conmigo? ¿Coincidimos en este pensar, en este pensarnos? No lo sé.
“La sal de tu silencio comiéndoselo todo”
