¿Por qué Homero nos gusta tanto?

¿Por qué un personaje de caricatura con bastante sobrepeso, torpe como solo él puede serlo, con un CI bastante bajo por culpa de un crayón que cuando niño se introdujo en el cerebro (aunque tampoco hay que tener un CI muy alto para no meterse un crayón por la nariz) y que después de un breve período sin este adminículo y que le permitió mostrar niveles de inteligencia superiores pero que posteriormente Moe le volvió a introducir mediante la técnica del “crayón oblongo”, padre violento, trabajador irresponsable, borracho de tiempo completo, esposo desconsiderado, egoísta la mayor parte del tiempo, incompetente para casi todas las tareas que se propone y prisionero de la ira podría causar tanto gusto en nosotros?

Lo primero que me llama la atención es que Homero, a diferencia de la gran mayoría de nosotros (y me incluyo ahí), ha podido hacer lo que ha querido y aunque también nosotros lo hemos soñado, no hemos sido capaces de materializarlo. Ha sido bombero, astronauta, policía, militar, motero de Harley, vicepresidente ejecutivo de grandes compañías, payaso, dueño de un equipo de futbol (americano pero, ajá), conductor de camión, arbitro de futbol de una copa mundial, capitán de submarino, ha visto y conversado con Dios, ha burlado al diablo, ha acompañado en el escenario a los grandes del rock como los Rolling Stones, etc. Casi todo lo que hemos soñado ser, el lo ha hecho.

Obvio su incompetencia en todo lo que hace no solo la demuestra con creces sino que ha sido la causa de haber puesto a su familia, ciudad y hasta el mundo en peligro de destrucción, pero no se puede negar que su vida ha estado llena de emociones, ha sido todo menos aburrida y plana.

Homero ha viajado a todos los continentes y con lo que me encanta viajar, ese sería uno de los aspectos que más me gustan de su vida. Tiene una facilidad enorme para desconectarse de la realidad, tanto así que parece que viviera en una realidad alterna en la cual asume una actitud despreocupada de las consecuencias y al final, tampoco sufre por ellas. Además de ser tonto como una piedra y feo como una blasfemia, siempre tiene una respuesta (no siempre acertada ni la mejor) lo suficientemente buena para sacarlo de apuros. Su vida es simple, no le gusta nada complicado y, por eso mismo, tampoco se complica. Es feliz con cerveza y con comer, dormir y aparearse… ¿dónde firmo?

No es que esto sea una apología a la irresponsabilidad, la ineptitud y el desprecio por la educación que permanentemente expresa nuestro Homero. No, es una apología a vivir la vida con plenitud, sin miedo de perseguir y hacer realidad nuestros sueños.

Ingeniero Industrial - PhD en Desarrollo Sostenible #SustainableDevelopment #Sustainability

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