Soy todo oídos

cuando caminas mi mente, 

por eso duermo sin ventanas.

sé que no es mi culpa

y que lo entiendes, 

pero entiende también, que de bruces

al beso se aprende de la esperanza, 

por eso las olas se rompen

en el secreto de siempre, 

por eso las grietas se abren 

en la añoranza. 

___

Eres toda huellas 

cuando estrujo al silencio, 

por eso sientes el mañana 

como el grito que se quiebra

desde adentro y restaura

esta coraza,

por eso sabes decir mi

nombre y encontrarlo 

en las alfombras,

y vestirme,

y contarme, 

y las ganas. 

___

Para cuando ya ni oídos, 

ya ni huellas, 

ni de vainas 

las raíces y las gotas

se caigan en las nubes, 

este pedazo de gloria

servirá de memoria afilada 

para pillar de frente al tiempo 

y reírsele en la cara.

Ingeniero y poeta Juniorista San Juan del Cesar, Colombia

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