Podaré las sombras, mías y ajenas,

Y limpiaré lloviendo lo que sobra,

Será necesario,

A placer, aplazaré las horas

Que se usan al volver,

Dejaré que pase el tiempo

Y pase, sin que duela un gramo,

Estaré sin sentido, sentado

En la misma luna blanca de barro,

Pidiendo por el sol

Este sol que es una herida que sangra.

Puedo dejar que mil años y mil verdes

Caminen entre mis pasos y los tuyos,

Puedo encontrarte en mis estudios,

Corazones, pieles, pesares,

Tejiéndome la vida,

Y voltear la mirada,

Con vocación de extraño.

Pero solo necesito una palabra,

La mitad de una,

Dime que tienes y guardas

El amor que me ama,

Que sufres esta desesperanza

Y esta eternidad retratada

En los retratos boca abajo,

Que la mirada que me quebranta

Entero y me jura bendito

Sigue encendida,

Dime que sigues creyendo

En la verdad de mis sombras,

Que yo volveré,

Volveré para siempre,

Vida mía.

Ingeniero y poeta Juniorista San Juan del Cesar, Colombia

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