El Síndrome de Soledad del Doctorando o Una Forma De Gnoseología Para los Doctorandos
Hace unos días surgió una polémica en twitter por un anuncio de pago para un profesional con doctorado en una universidad local por $5.000.000 y twitter como siempre twitter, a favor y en contra. Eso me hizo pensar en mi propia experiencia doctoral reciclando – reciclar porque también se habló de plagio- una reflexión que hice para el primer año del doctorado que estaba haciendo y que abandoné porque no fue lo que esperaba y creo que no debería ser así. De hecho, voy a aplicar en breve a otro programa y si no me reciben, terminaré haciendo otra maestría porque quiero seguir estudiando, pero entremos en materia.
El acto de investigar – hacer investigación – está relacionado con la generación de nuevo conocimiento y/o la aplicación de este nuevo conocimiento en la resolución de problemas que pueden ser de carácter científico o social; innovar, hace referencia a “Mudar o alterar algo, introduciendo novedades” (RAE, 2019); el concepto de desarrollo, puede ser analizado desde múltiples aristas y tener diferentes significados dependientes todos del color del cristal con que se analice, sin embargo, se tomará para este ejercicio la definición del concepto desde la política de ciencia y tecnología y estará relacionado con desarrollo tecnológico orientado a la generación de ciencia y desarrollo.
Los procesos de Investigación, desarrollo e innovación hacen referencia a la generación y transferencia de un nuevo conocimiento que permite el aprovechamiento de éste por parte de la sociedad, permitiendo la solución de problemas que esta presenta y que ella misma llegue a beneficiarse de este conocimiento.
Hacer un doctorado, ante este panorama, resulta altamente atractivo e innovador, pues en la búsqueda de esta generación de nuevo conocimiento que permita a los doctorandos mover la barrera del conocimiento (15 cm al menos) el desarrollo de un proceso constructivista, multidisciplinar, transdisciplinar y liberal debería ser suficiente para iniciar con pie derecho la construcción y el desarrollo de los ejercicios de investigación de quienes van o vamos a liderar procesos de investigación más adelante.
Sin embargo, iniciar este camino académico tiene rosas y espinas diferentes para cada estudiante.
La forma de aproximarse al conocimiento de manera individual – sugerencia que nos fue hecha a nosotros por el director del programa – ascética y de clausura monástica, generó en mi un choque sobre el desarrollo del proceso doctoral que bien podría equipararse a la conformación de las sociedades (preindustriales, sociedades de la información o sociedades del conocimiento) ante lo cual, finalizado el primer año me planteé nuevas preguntas de investigación, relacionadas con ese tema:¿cuál es la manera de construir conocimiento para la sociedad?, ¿A que tipo de sociedad pertenece el doctorando colombiano promedio en cuanto su forma de relacionamiento?
La teorización de la realidad es necesaria para dinamizar la práctica, es decir, definirla como un resultado de la resignificación de la naturaleza y de su conocimiento, y no lo contrario. Sin embargo, la especialización del conocimiento por parte de los científicos en ocasiones ha llegado a tal punto que se investigan cosas sensiblemente importantes para el avance de las ciencias y la investigación en el país, pero que son difícilmente replicables o aplicables en la vida diaria – para no decir inútiles la vida real y si, en una clase hablé de la vida real y soné como un hereje- pero es que soy Zoociólogo = Zootecnista + sociólogo y se me sale el agropecuario a veces y en mi rama del conocimiento, al menos en la técnica, trabajamos con teoremas y ecuaciones que el campesino de a pie no entiende y no va a poder replicar, lo que nos separa absolutamente de la realidad!! (y como la lengua es el azote del culo para lo que quiero hacer tengo que partir del teorema de bayes)
El desarrollo del pensamiento occidental – mucho de él influenciado por los griegos y su desarrollo intelectual – es un lugar cultural desde el cual se han llegado a construir aspectos normativos e intelectuales de lo que hoy reconocemos como conocimiento. De tal manera que para que un conocimiento – o un saber – posea la categoría de científico o racional, debe estar basado y articularse en un conjunto de bases teóricas y métodos de análisis e investigación, esto hace parte de lo que se conoce como epistemología.
La epistemología, del griego ἐπιστήμη epistḗmē “conocimiento” y λόγος lógos “estudio”, es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar el conocimiento. Para los griegos la episteme era considerada como el desarrollo de un conocimiento elaborado con rigor, por tanto, la epistemología es equivalente – en ocasiones – a “ciencia o teoría del conocimiento”.
La gnoseología, del griego γνωσις gnosis “conocimiento” y λόγος logos “razonamiento” o “discurso”, es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza, el origen y los límites del conocimiento en general. También de origen griego, la gnoseología no discrimina entre conocimiento científico, empírico o común. Debido a esto logra ser mucho más incluyente e integradora que la epistemología, y aunque junto a esta, es considerada como teoría del conocimiento, la gnoseología propone una visión más holística de éste y de la ciencia, ya que su enfoque está en entender el conocimiento y no la herramienta epistemológica – o el método – para desarrollar este conocimiento.
Los procesos de investigación y la forma de desarrollar los mismos, parten en ocasiones – entre otras cosas – de la dependencia que existe en las ciencias de paradigmas dominantes – en una especie de colonialidad de la formación del conocimiento – principalmente de escuelas en países desarrollados.-Estados Unidos y Europa, y de Brasil y Argentina (caso de los agropecuarios) en Suramérica, dependiendo del tipo investigación, generalmente estos son los lugares a donde vamos a “deformarnos” o autoformarnos y aunque no sea muy epistemologías del sur pagar una especialización virtual en dólares a veces hay que tener el vínculo a Clacso.
Estas visiones del mundo y de la forma en la que se forman los doctores en él, ha ocasionado que nuestros objetos de estudio (los doctorandos) se dediquen a la explicación de un fenómeno a través de un desarrollo epistemológico y no a la comprensión e interpretación de esos fenómenos, por la acción que se desarrolla desde su epistemología en la sociedad (estoy hablando en primera persona y de lo que conozco por si las moscas).
Como mencioné anteriormente, el mundo real – el físico donde está el doctorando leyendo, leyendo y leyendo – dista mucho de la teorización de la realidad que se muestra en aulas de clase, porque en el espacio en el que se desarrolla el quehacer profesional del doctorando, emerge, no solo desde la epistemología en abstracto (espacio público, desarrollo y conflictos en hidrocarburos, envejecimiento y vejez, Amazonía, educación, el tema que usted escoja y que tenga componente práctico con humanos vivos y eso. ) sino desde un proceso personal y social con todas sus particularidades, un sujeto epistemológico que construye, apropia, difunde, transforma o desecha de diferentes maneras la forma de construir el conocimiento y que, es quien en últimas hace investigación y al mismo tiempo debería hacer parte de una sociedad del conocimiento. (y aunque no lo crean en twitter tenemos una comunidad de conocimiento muy chévere en #LesJuanetes)
Dicho sujeto es tenido en cuenta como una parte de la caja negra que solo se revela ante profesionales inter / multi / trans disciplinares, es decir, hasta que no eleve su Ki doctoral, este sujeto hace parte de un proceso de formación dentro de un enfoque analítico, reduccionista y fragmentario que debería llevarlo a practicas ascéticas para su formación doctoral porque su disciplina profesional así lo requiere, casos como los matemáticos, estadísticos o genetistas podrían demostrarlo (esto en un total ejercicio de teorización de la realidad) pero los procesos transdisciplinares e interdisciplinares no se dan en soledad, no alcanzas el séptimo sentido solo y haces parte de la sociedad, entonces no es lógico que te manden a la guerra armado con tus 20 libros favoritos del proceso académico sin compartir con nadie.
Hasta aquí solo estoy describiendo cualquier proceso de formación doctoral en el mundo en el cual el doctorando o quien toma la decisión de iniciar este proceso de formación se verá abocado a tener vocación de ermitaño, asceta o monje de clausura. El doctorado resulta para muchos y es incluso considerado un deber ser, un valle de lagrimas, sufrimiento, trasnocho, ansiedad y sobre todo soledad, una terrible soledad, pues si bien, quien decide hacer un doctorado toma una decisión de perfeccionamiento o profundización intelectual, sin demeritar su fin último (investigación, academia, consultoría) no es el común denominador en los miembros de su más cercana comunidad, su familia y amigos, por tanto es como si llevaran una doble vida, un alter ego académico que surge para salvar el día en una discusión familiar de domingo en su cotidianidad y le echa la culpa al capitalismo, porque es su culpa.
Este perfeccionamiento intelectual debería ser – creo yo de manera personal y ojala me pase en el nuevo programa, mi experiencia no fue buena, mis notas si, pero no estaba allí por el promedio- esa etapa madura y gozosa de construcción de conocimiento y debería ser compartida en comunidad, teniendo siempre presente que no deja de ser un trabajo y una labor individual, sin embargo, aislarse del mundo – como sugerencia-, para concentrarse en su trabajo individual, que es una de las conclusiones que me arrojó el primer año de doctorado va en contraposición del espíritu de construcción de la propia facultad externadista en la que estaba desarrollando el estudio este.
Los efectos de la Soledad en los Doctorandos
Un estudio reciente titulado “Work organization and mental health problems in PhD students”, aplicado a los estudiantes de doctorado en Flandes, Bélgica con una muestra (N=3659) bastante significativa, arrojó que cerca del 32% de los estudiantes de doctorado corren el riesgo de tener o desarrollar un trastorno psiquiátrico común, especialmente depresión de acuerdo con lo reportado por Levecque, Anseel, De Beuckelaer, Van der Heyden y Gisle (2017)
En dicho estudio, una de las salidas de investigación y/o de la correlación de datos, fue evaluar los factores organizacionales relacionados con el papel de los estudiantes de doctorado que predicen el estado de salud mental. El resultado fue que gran parte de las políticas organizativas de los programas doctorales se asociaron significativamente con la prevalencia de problemas de salud mental. Según los autores que citan el trabajo de Kinman (2001), los patrones de interacción social entre el personal universitario han pasado de una cultura de colegialidad a una cultura burocrática y un estilo de gestión en el que la consulta y la participación en la toma de decisiones tienen menos importancia (Biron et al. , 2008).
Si bien los estudiantes de doctorado deben tener autonomía, roles y tareas definidas, el soporte institucional es muy importante; así como la interacción entre ellos y la institución, además de la generación de espacios de discusión; teniendo entonces una visión más desde la gnoseología como una posibilidad de generación de conocimiento en las divisiones que genera la ciencia, y haciendo a un lado la colonialidad de la formación doctoral, se puede lograr que los estudiantes de programas doctorales pasen de integrar una sociedad de la información, llena de datos y análisis, a conformar una sociedad de conocimiento en donde se pueda generar efectivamente I+D+i.
Después hablamos de la plata, hoy eso es importante y hace parte de las motivaciones de Schwartz, sino es con beca, ¿cómo? ¿Tiene que ser recién salido de la maestría? Yo personalmente creo, como decía Harvey que para cambiar el mundo hay que conocerlo y que como le decían a Molano, para conocer señor hay que andar.