Alejandro Chasin
La lluvia lava esta ciudad de sus pesares,
Y son muchos, porque se forman ríos en las calles,
Dolores de la gente, que dejan impregnadas sus lágrimas en huella invisible sobre el gris indiferente.
Llévate lluvia las tristezas de mi gente, llévatelas al mar,
Que es demasiado grande para solo acaparar el desconsuelo de los marineros.
Ellos saben que el mar purga las penas,
Por eso quieren perderse en él cuando el dolor les pesa,
El mar anula la carga que lleva el alma.
Muchos piensan que Dios, al ver en lo que el ser humano se ha convertido, cae en llanto y por eso llueve,
Si es de esa manera, si es cierto eso, no hay mayor consuelo para el adolorido que una triste compañía.
Entonces si te encuentras triste y te sorprende la lluvia, regocíjate en el consuelo del cielo que llora por ti.
Y si un cielo lluvioso trata de estropearte un día alegre, solo deja que te conmueva la tristeza, así sea por un breve instante,
Aunque no lo creas, a Dios le agradaría tu consuelo en triste compañía