Acuerdo de paz. Ese concepto nos resuena a los colombianos. Para que haya un acuerdo debe haber dos partes deliberantes, además de beligerantes. Lo de Gaza este mes no fue un acuerdo, no al menos entre los involucrados. ¿Qué se sumaron muchas partes, muchos países? Así fue, así se «acordó». Pero no hay acuerdo real sin las partes involucradas en su definición. Quizás el «acuerdo» tuvo que ver con la reciente ola de protestas mundial, desde Italia hasta Ciudad de México pasando por Bogotá y Medellín, esta última, por supuesto, con reacción paraestatal incluida.
Es más sensato hablar como hacen otros de «plan de paz». Es más un programa o plan de pacificación y subyugación donde una de las partes claramente tiene la ventaja y otra la mayor responsabilidad. Nada más hay que ver el primer punto. Gaza será desradicalizada para no ser un peligro para sus vecinos, sin embargo el Estado de Israel ha atacado en los últimos dos a media docena de países y territorios, a veces unilateralmente. El Estado de Israel es un peligro para sus vecinos, el principal, mayor que el terrorismo por su letalidad (capacidades) y efectividad. El plan de Trump es bastante favorable para su aliado.
Entonces, ¿cómo hizo el Estado de Israel para hacer y deshacer con la humanidad de y en Gaza por aproximadamente dos años? Esa es la pregunta que podemos hacernos ahora. Si no la podemos responder, en el futuro puede que lo encuentren mucho más claro. Igual paso con la Alemania Nazi. Todo era muy normal(izado), entre los discursos extremistas, la agresión física a la propiedad y humanidad de los judíos y otro grupos, y las políticas oficiales raciales abiertamente supremacistas. Hubo sorprendidos por los campos de concentración, dicen; a la misma población alemana se le ocultó toda la macabra «solución final».
Pero hubo voces advirtiendo, quienes incluso propusieron crear un ejercito internacional judío antes de que empezara la guerra en 1939. Pasar el odio de Mi Lucha a Auschwitz era natural. Y los alemanes votaron por eso, si bien los nazis nunca fueron apoyados unánimemente, sí fueron lo suficiente apoyados para ser la bancada más numerosa en el parlamento. Así que no es tan rato que hoy estemos llenos de imágenes y testimonios directos sobre lo que ha pasado en Gaza y no haya sido suficiente para una intervención decisiva en cualquier ámbito por parte de los Gobiernos. No cayeron en la trampa de defender los derechos humanos.
